El papa Francisco opina que el conflicto en Ucrania prosigue porque está beneficiando a los fabricantes y comerciantes de armas. «Esta guerra está afectada no solo por el problema ruso-ucraniano sino también por el comercio de armas», ha declarado el sumo pontífice ante los periodistas que lo acompañaban en un vuelo de regreso desde Marsella (Francia).
El papa ha subrayado que «las inversiones que más ingresos generan son las fábricas de armas, es decir, las fábricas de la muerte».
«No debemos jugar con el martirio de esta gente, debemos ayudar a resolver las cosas lo mejor posible«, ha señalado, al agregar que «algunos países están dando un paso atrás y ya no suministran armamento» a Ucrania.
Posteriormente, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, ha comentado estas declaraciones del papa, diciendo que «fueron pronunciadas en el marco de una reflexión sobre las consecuencias del comercio de armas». El papa subrayó «la paradoja de que quienes comercian con armas nunca tienen que pagar las consecuencias de sus decisiones», según Bruni.