El Ministerio Público de Santo Domingo Este y Norte desarticuló, en coordinación con la Procuraduría Especializada contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, una red de tráfico internacional de personas a la que responsabiliza de enrutar hacia Estados Unidos al menos tres de los dominicanos fallecidos en un accidente ocurrido en una carretera de Chiapas, en México.
Durante un amplio operativo realizado de manera simultánea en Baní y San Pedro de Macorís, la fiscalía arrestó a Guillermo Guzmán Marcano, Leonel Antonio Méndez Arias (El Duro), Román Alberto Casalinovo Trinidad (Guardia), Santo Francisco Vizcaíno Guerrero y a Jesús Antonio Martínez Díaz, para quienes solicitará a un juez de la atención permanente la imposición de 18 meses de prisión preventiva, así como la declaratoria de caso complejo.
Los apresamientos se realizaron durante allanamientos coordinados por la fiscalía con el auxilio de la División Especial de Investigación de Delitos Transnacionales (Deidet) de la Policía Nacional.
Al grupo detenido se les imputa promover, inducir y financiar el tráfico ilícito de personas, violentando la Ley 137-03, sobre Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes, y la Ley 155-17, sobre Lavado de Activos, explicó el fiscal titular de esta jurisdicción, Milcíades Guzmán Leonardo.
Las investigaciones arrojan que la red desarticulada se dedicaba a traficar personas desde Santo Domingo hacia Estados Unidos, a través de países como Guatemala, Panamá y México, por los cuales transportaba a los indocumentados en tráilers.
Los arrestados son responsables de traficar al menos tres de las víctimas dominicanas que figuran entre los más de 50 fallecidos al accidentarse un grupo de viajeros indocumentados en la carretera Tuxtla Gutiérrez-Chiapa de Corzo, sur de México.
Las investigaciones siguen en marcha. El Ministerio de Relaciones Exteriores informó este martes sobre seis víctimas fatales dominicanas en el accidente de Chiapas, así como de tres connacionales heridos y siete desaparecidos.
Los integrantes de la organización criminal desarticulada cobraban hasta 20 mil dólares por persona traficada, por lo que lograron acumular suntuosas propiedades, incluyendo vehículos de alta gama.