La Fundación Vargas Almonte y el Hospital Militar Docente Dr, Ramón de Lara desarrollaron con éxito la segunda etapa de la X Jornada de Reducción y Reconstrucción Mamaria, beneficio de mujeres con gigantomastia y mastectomizadas.
En esta oportunidad fueron beneficiadas unas 20 pacientes que quedaron pendientes de ser intervenidas en octubre del pasado año, durante la primera etapa en ocasión del mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama.
“Completamos las 40 pacientes debido a que en octubre pasado intervenimos a 20 mujeres de escasos recursos económicos y por alta la demanda de solicitudes que recibimos no pudimos atenderla todas”, explicó el presidente de la Funva, el cirujano Orlando Vargas Almonte.
Los cirujanos que participan en esta jornada son miembros de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica y de la Academia Dominicana de Cirugía Plástica
Durante un encuentro con la prensa, previo al inicio de la jornada, informó, que, junto a otras instituciones como la Fuerza Aérea Dominicana y el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, entre otras establecerán un programa permanente para seguir dando respuesta a estas pacientes.
Esta segunda etapa de la jornada fue gracias a la colaboración del comandante general técnico de aviación Carlos Febrillet Rodríguez, el doctor César Carlos Coradin, director general del hospital militar docente Dr. Ramón de Lara y de Mencia Ortiz, presidenta la Asociación de Esposas de Oficiales.
En septiembre del 2022 las entidades abrieron la convocatoria para la realización de esta jornada, en respuesta el hospital San Lorenzo de Los Mina recibió un total de 2,430 solicitudes de cirugías, de las que 2,156 fueron de mamoplastia reductora; 81 de pacientes post-mastectomía y 193 de otro tipo de cirugía mamaria.
Preocupados por la cantidad de solicitudes llama la atención de médicos y piden que esas cirugías sean incluidas en la cobertura del seguro familiar.
La gigantomastia
El especialista explicó que los senos gigantes afectan la salud física de la mujer, porque puede producirle una desviación en la columna dorsal, dolor intenso en la espalda obligándolas a estar acostada, dermatitis porque el surco entre senos y tórax conlleva a irritación, atracción del músculo pectoral con manifestaciones de dolor en el pecho por el excesivo peso y surcos marcados en el hombro.
En lo emocional, son pacientes con historia de depresión, ansiedad, aislamiento de la vida social, víctimas de bullying en las más jóvenes y con dificultades hasta para conseguir un brasier que se ajuste.
Esas dificultades, agregó, repercute en el campo laboral, ya que, con frecuencia, fruto del dolor se ven precisadas a faltar al trabajo.
Vargas explicó que el peso de un seno normal es de 300 a 400 gramos y en las mujeres con gigantomastia puede superar los 1,600 gramos.