Economía

La Casa Blanca: «La relación entre EE.UU. y China es de decepción y frustración»

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, durante una rueda de prensa este 6 de mayo, ha descrito el estado actual de las relaciones entre Washington y Pekín en el contexto de la pandemia de coronavirus.

«En este momento es una relación de decepción y frustración, porque el presidente ha dicho lo frustrado que está de que algunas de las decisiones de China pongan en riesgo la vida de los estadounidenses», ha declarado, respondiendo a una de las preguntas de los periodistas presentes.

De este modo, McEnany ha destacado una grieta cada vez más profunda en las relaciones entre EE.UU. y China.

Esta declaración de la secretaria de prensa se produce un día después de que Donald Trump anunciara que «dentro de un tiempo» EE.UU. publicará el informe que detalla los orígenes del nuevo coronavirus. «Informaremos de manera muy definitiva dentro de un período de tiempo», señaló el mandatario.

El inquilino de la Casa Blanca, quien inicialmente elogió a China por su respuesta al brote, ahora culpa al gigante asiático por la propagación del virus.

Así, el pasado jueves, Trump afirmó estar seguro de que el covid-19 se originó en un laboratorio de Wuhan, al tiempo que dijo no puede revelar a la prensa a qué se debe su seguridad porque no se le permite pronunciarse sobre ello, pero ha visto pruebas que lo corroboran. Además, el mandatario señaló que es posible que Pekín, o no pudo contener el brote, o dejó que el virus se propagara.

Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aseguró el pasado domingo que existe una «evidencia enorme» de que el coronavirus se originó en un laboratorio de Wuhan.

«China tiene un historial de infectar al mundo, y tiene un historial de gestión de laboratorios de calidad inferior», destacó Pompeo. «Estas no son las primeras veces que el mundo ha quedado expuesto a un virus como resultado de fallos en un laboratorio chino», añadió el alto cargo.

Las agencias de inteligencia de EE.UU., a su vez, refutaron una teoría conspirativa al afirmar que el nuevo coronavirus «no es artificial ni genéticamente modificado», pero dijeron que siguen estudiando la hipótesis de Trump y sus asesores de que la pandemia podría ser producto de un accidente en un laboratorio chino.

«El enemigo es el virus, no China»

Por su parte, el Instituto de Virología de Wuhan niega rotundamente ser el origen del covid-19, subrayando que «no hay forma» de que provenga de su laboratorio. Los científicos chinos, así como la mayoría de los expertos de otros países, sostienen que el virus se transmitió a los humanos a partir de un reservorio animal, como ocurrió con la neumonía atípica por el coronavirus SARS-CoV, que se originó en las civetas.

Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático, hizo hincapié el pasado jueves en que China fue víctima del nuevo coronavirus y no su cómplice, agregando que los intentos de «ciertos políticos» de culpar a Pekín de su mal manejo del brote únicamente exponen «los propios problemas de EE.UU.». «El enemigo es el virus, no China», concluyó el funcionario.

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