La expresión “caiga quien caiga” que ha utilizado en reiteradas ocasiones el presidente Luis Abinader sobre ponerle fin a la impunidad y combatir la corrupción en la Republica Dominicana, se pone de manifiesto con los arrestos y sometimientos ante la justicia de varios militares, considerados por muchos como un sector casi intocable.
Las nuevas autoridades del Ministerio Publico, encabezado por Miriam German, han demostrado desde que tomaron las riendas del órgano persecutor que no les tiembla el pulso al momento de accionar contra una persona vinculado a un caso de corrupción, aun siendo este un oficial de alto rango.
Generales, coroneles, capitán de navío, un mayor y varios oficiales han sido apresados vinculados a casos de corrupción, dando un claro ejemplo de que los miembros de las fuerzas castrenses no están exentos de presentarse ante la justicia en caso de demostrarse alguna irregularidad en el manejo del fondos del Estado.
El caso más reciente fue con la operación 5G que llevó a cabo el Ministerio Público, en el que tres generales, dos coroneles y varios oficiales de alto rango han sido objetos de allanamientos, detenciones e interrogatorios.
Los arrestos de militares vinculados a casos de corrupción que se han reflejado en los últimos meses en la gestión de Abinader, ha demostrado que no tiene “vacas sagradas” cuando se trata de someter a personas vinculadas a casos de corrupción.
El más reciente caso fue claro ejemplo, tras el arresto de tres generales activos del general de la Fuerza Aérea de República Dominicana (FARD) Juan Carlos Torres Robiou, exjefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur).
El general Julio Camilo de los Santos Viola, también de la FARD, también se desempeñó como subdirector del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial y en la actualidad es el jefe de seguridad del presidente Danilo Medina.
El general Boanerges Reyes Batista, del Ejército de República Dominicana. Dirigió el Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro (Cesmet) en el segundo mandato presidencial.
La Operación Coral 5G ha alcanzado a los coroneles Carlos Augusto Lantigua Cruz y Miguel Ventura Pichardo; además al capitán de navío Franklin Antonio Mata Flores, a José Manuel Rosario Pirón, a Erasmo Roger Pérez Núñez, al cabo Jehohanan L. Rodríguez Jiménez y a César Félix Ramos Ovalles.
Adán Cáceres, caso que inició todo
El primer caso que llamó la atención de la población fue el arresto del mayor general Adán Cáceres Silvestre, debido a que nunca en la historia del país se había registrado que un un oficial de un rango tan alto en las Fuerzas Armadas haya sido acusado de manera formal por el órgano persecutor.
Cáceres Silvestre fue director del Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep). Por el caso Coral se le impuso 18 meses de prisión preventiva.
El Ministerio Público logró el pasado 4 de mayo que le fueran impuestas medidas de coerción de 18 meses de prisión preventiva en contra del mayor general Adán Cáceres Silvestre.
El coronel policial Rafael Núñez de Aza, y el sargento de la Armada Alejandro José Montero Cruz, así como del cabo policial Tanner Antonio Flete Guzmán.
Mientras, contra el mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez se ordenó el arresto domiciliario por razones de seguridad, por cooperar con la investigación del Ministerio Público.
Los imputados guardan prisión en los centros de corrección y rehabilitación de Najayo Hombres y Mujeres, en San Cristóbal.
Tras la medida coercitiva, cada uno de los imputados del caso Coral, incluyendo los militares se les ha ratificado la medida de coerción en más de una ocasión.
