El mundo del motor y, en especial, el de la Fórmula 1 se visten de negro para despedir a Eddie Jordan.
El exjefe de equipo del Gran Circo ha fallecido a causa de un cáncer de próstata y vejiga que se había extendido a la columna y la pelvis, cuyo diagnóstico salió a la luz durante el año pasado.
A pesar de su delicado estado de salud, Jordan continuó trabajando hasta el final, incluso compartiendo recientemente su ambición por el London Irish Rugby Football Club, del cual se había convertido en patrón, según destacó su familia.
Eddie Jordan, nacido en Dublín en 1948, fue una figura clave en la historia de la Fórmula 1, no solo por su capacidad para gestionar un equipo competitivo, sino también por su habilidad para descubrir talentos que marcarían una época en el automovilismo.
Entre los pilotos que debutaron bajo su tutela se encuentran nombres legendarios como Michael Schumacher y Damon Hill, quienes posteriormente se consagraron como campeones mundiales.
La escudería Jordan Grand Prix, fundada por él en 1991, se destacó por su enfoque innovador y su capacidad para competir contra equipos más grandes y con mayores recursos.
Bajo su liderazgo, el equipo logró su primera victoria en 1998 en el Gran Premio de Bélgica, un hito que consolidó su reputación en los circuitos.
Su estilo disruptivo y su carisma lo convirtieron en una figura única dentro del paddock, donde era conocido tanto por su astucia en las negociaciones como por su sentido del humor irreverente.
El mundo del motor fue si vida, aunque antes de destacar como una figura destacada del Gran Circo, Eddie Jordan exploró diversos caminos profesionales. Estudió contabilidad, consideró una carrera en odontología e incluso llegó a plantearse la posibilidad de convertirse en sacerdote.
Sin embargo, su personalidad irreverente y su inclinación por romper moldes lo llevaron a tomar un rumbo completamente diferente.
Su carácter multifacético también se reflejó en su etapa posterior como comentarista televisivo, donde su tono sarcástico y su capacidad para conectar con el público le ganaron numerosos seguidores.
Jordan supo combinar su conocimiento técnico con un estilo desenfadado que lo convirtió en una de las voces más reconocidas del deporte.
Infobae