El Vaticano investiga una presunta trama de espionaje que habría utilizado información confidencial en el juicio que el pasado mes de diciembre condenó al cardenal Angelo Becciu a cinco años y medio de prisión, además de inhabilitación perpetua por malversación de fondos.
La supuesta trama se descubrió de manera casi accidental, cuando se indagaba si el ministro de Defensa de la presidenta italiana Georgia Meloni, Guido Crosetto, había sido investigado de manera ilegal.
En medio de esas pesquisas, se destapó que un teniente de la Guardia Financiera italiana habría filtrado información de bases de datos de lavado de dinero y crimen organizado, según recogeReligión Digital.
En ese marco se encontraron informaciones vinculadas a algunos de los implicados en el ‘caso Becciu’, como Raffaelle Mincione (uno de los responsables de la compraventa fraudulenta de un palacio de Londres), Gianluigi Torzi (broker de Becciu) o Cecilia Marogna, también condenada en el juicio de diciembre –junto a otras ocho personas– y que creó junto al cardenal una diplomacia paralela a la del Vaticano.
Ahora el fiscal de la Santa Sede, Alessandro Diddi, ha decidido iniciar una investigación para aclarar si esa información confidencial se utilizó en ese macrojuicio.
«En cuanto descubrí, a través de artículos periodísticos, la existencia de un seguimiento electrónico en relación con la Santa Sede, abrí un expediente, porque creo que alguien siguió nuestras investigaciones desde fuera«, declaróDiddi a Il Tempo este lunes.
Por el momento, el expediente no contiene sospechosos ni delitos penales aunque «el hecho en sí merece una investigación profunda», apuntó el fiscal vaticano, «para determinar si hubo una extracción ilegal de datos, y si estos influyeron en las estrategias de defensa en el caso Becciu».
Becciu, quien era número tres de la Santa Sede, fue condenado por desviar recursos de la caridad para hacer negocios opacos inmobiliarios, como la compra del palacio Sloane Avenue en Londres.
Fuente RT