El impacto de las sanciones de la ONU contra varios líderes de pandillas en Haití es «extremadamente limitado» y la aplicación del embargo de armas es «deficiente», según un informe de expertos encargados de supervisar estas sanciones.
En octubre de 2022, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió establecer un régimen de sanciones (prohibición de viajar, congelación de activos, embargo de armas selectivo) dirigido únicamente a un líder de una pandilla, Jimmy Chérizier, conocido como “Barbecue”.
La lista incluye ahora a cinco líderes de pandillas, entre las consideradas las más poderosas que asolan el país. En octubre pasado, el Consejo también impuso un embargo general sobre armas pequeñas y municiones destinadas a Haití.
En cuanto a las sanciones individuales, los expertos encargados por el Consejo consideran que su efecto «sigue siendo extremadamente limitado, porque los líderes de las bandas y las actividades de sus bandas prácticamente no se ven afectados por las medidas», según el informe publicado el jueves que abarca el período comprendido entre noviembre de 2023 a febrero de 2024.
Estos líderes de bandas “continuaron acumulando sus arsenales, extendiendo su control sobre el territorio y ampliando sus filas, a pesar de las sanciones impuestas contra ellos”, añaden.
En cuanto al embargo general de armas, «el proceso apenas comienza» y «la implementación» de su aplicación «sigue siendo mediocre, con recursos limitados disponibles para hacerlo cumplir en Haití y la región».
«Las pandillas y otros actores no estatales continúan obteniendo armas y municiones de manera ilícita», particularmente en Estados Unidos y República Dominicana, advierten, citando sus entrevistas con la policía haitiana que confirman que «a las pandillas no parece faltarles municiones». «
«Las disposiciones relativas al embargo tampoco son bien conocidas por los actores que deben hacerlas cumplir», en particular la policía y los funcionarios de aduanas, lamentan los expertos.
El país ha sido devastado durante décadas por la pobreza, los desastres naturales, la inestabilidad política y la violencia de las pandillas.
A finales de febrero, los poderosos líderes de las bandas haitianas, que hoy controlan gran parte de la capital, Puerto Príncipe, unieron sus fuerzas para atacar comisarías de policía, prisiones, el aeropuerto y el puerto marítimo con el fin de expulsar al Primer Ministro. Ariel Enrique.
Este último anunció el 11 de marzo que dimitiría para dar paso a un consejo de transición. Pero aún no se ha concretado la formación de este consejo.