El expediente del Ministerio Público que sustenta la solicitud de medidas de coerción contra Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat, revela detalles técnicos alarmantes sobre el colapso del techo del Jet Set Club, ocurrido el pasado 8 de abril de 2025. El informe pericial indica que la causa principal del desplome fue una falla inducida por sobrecarga, atribuida a negligencia e imprudencia de los administradores del centro de entretenimiento.
Según el análisis estructural, las vigas postensadas, vitales para la estabilidad del techo, estaban simplemente apoyadas sin anclaje, alineadas mediante varillas de apenas un centímetro de diámetro, instaladas cada 1.80 metros. Se utilizaron elementos de concreto vaciado in situ en los extremos, sin conexión efectiva entre las vigas, lo que generó un sistema frágil de apoyo a lo largo de 15.85 metros. Esta disposición permitía que el colapso de una viga provocara la caída de las demás, en efecto dominó.
El techo soportaba no solo el peso de la estructura, sino también cuatro capas de mortero fino que sumaban 37.5 centímetros de espesor, junto con equipos de aire acondicionado, tinacos, casetas metálicas, plafones y luminarias. La carga total estimada sobre la viga más exigida fue de 2.822 toneladas por metro lineal, superando en un 121% la capacidad estructural permitida.
Los peritos utilizaron el software ETABS para modelar el comportamiento de la estructura, concluyendo que el momento flector superaba la capacidad a flexión de las vigas, especialmente en la zona sur de la edificación, donde se observaron las mayores deformaciones. Las vigas perimetrales también presentaron esfuerzos de torsión excesivos, lo que contribuyó al colapso total.
El informe técnico descarta que el desplome fuera causado por factores externos como sismos, vientos fuertes, lluvias intensas o explosiones. Toda la evidencia apunta a una falla estructural provocada por sobrecarga prolongada y ausencia de asesoría técnica.
El Ministerio Público sostiene que Antonio y Maribel Espaillat actuaron con torpeza, negligencia y falta de diligencia, al ordenar modificaciones y agregar equipos sin estudios estructurales adecuados, con el objetivo de aumentar sus ganancias. Ambos imputados tenían control operativo del establecimiento y decidieron instalar los elementos que llevaron al colapso, sin consultar a profesionales calificados.
Además, según el expediente, tras el derrumbe, los imputados intentaron ocultar información relacionada con los antecedentes de irregularidades. Uno de los testimonios más reveladores fue el del señor Gregorio Adames Arias, quien afirmó haber sido contactado por Maribel Espaillat el 14 de abril. Durante ese encuentro, la imputada le cuestionó si había hablado sobre las condiciones del techo, advirtiéndole que lo ocurrido podía costarle «20 años de cárcel a Antonio».
Adames también declaró que advirtió sobre el deterioro estructural previamente, a lo que Maribel Espaillat respondió restándole importancia, creyendo que se trataba de un problema en los plafones y no en la estructura principal. Esto evidencia una actitud de desinterés e irresponsabilidad, según indica el Ministerio Público.
Se espera que el tribunal conozca en los próximos días las medidas de coerción solicitadas por las autoridades, en un caso que ha generado fuerte atención pública por tratarse de una de las discotecas más emblemáticas del país.