Miles de manifestantes en toda Francia salieron a las calles este domingo 1 de mayo para participar en marchas por el Día del Trabajo, siendo la primera movilización social tras la reelección del presidente Emmanuel Macron.
Las primeras movilizaciones se produjeron en ciudades como Nantes, Rennes, Marsella, Lyon, Dijon y Estrasburgo, entre otras, al final de la mañana, donde sindicatos y asociaciones protestan por los bajos salarios, el bajo poder adquisitivo, la emergencia ecológica y, sobre todo, por la reforma de las pensiones, recogen medios locales.
Según la Confederación General del Trabajo de Francia (CGT), se anunció alrededor de 250 puntos de reunión.
En París, la manifestación comenzó poco después de las 14:30 (hora local) desde la Plaza de la República hacia la Plaza de la Nación. Según los informes, los policías dispararon gases lacrimógenos tras enfrentamientos con los asistentes, minutos después de iniciada la movilización.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, lamentó que a pesar de que la mayoría de actos se desarrollaron en paz, en París «había gente que estaba allí para acabar con el derecho a manifestarse y atacar a gendarmes y bomberos». Además, informó que ocho policías resultaron heridos y 45 personas fueron detenidas, incluida una mujer que supuestamente agredió a un bombero que intentaba apagar un incendio cerca de la estación de metro Rue des Boulets.
El líder del partido Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, expresó que «el 1 de mayo es la fecha para reunirse por la reducción del tiempo de trabajo«.
«La sociedad se hace justicia a sí misma y construye un mundo mejor cuando permite a las personas vivir dignamente, poder hacer algo más que trabajar, aunque para muchos el trabajo es una forma de realización ya que también es servicio a los demás», dijo.
Por su parte, Fabrice Angéi, secretario de la CGT, dijo al medio francés Le Figaro que la principal «preocupación últimamente era asegurarse de que la extrema derecha fuera derrotada«. «Si hubiéramos tenido quince días más para prepararnos, hubiera sido mejor», expresó.
Según los informes, varias docenas de negocios resultaron dañados, incluidos locales de comida rápida, aseguradoras, agencias inmobiliarias y bancos.
La CGT dijo que más de 210.000 manifestantes salieron a marchar en todo el país, de la cuales, unas 21.000 personas participaron en protestas en París, según estima la firma consultora Ocurrencia, citada por el medio Le Parisien.
Por su parte el Ministerio del Interior francés informó sobre 116.500 manifestantes en Francia, incluidos 24.000 en París.