Las cotizaciones del petróleo llegaron a su nivel más bajo desde enero. El crudo Brent se ubicó en 88 dólares por barril, mientras que el WTI cayó a 81,94 dólares. A la luz de las expectativas de recesión en EE.UU., el mercado global de petróleo parece haberse «sobrevendido».
Los temores a una caída económica invirtieron, al parecer, la tendencia al crecimiento. Esto se produce tras la declaración del presidente Vladímir Putin de que Rusia podría dejar de vender energía a los países que establezcan un tope al precio de su petróleo o gas y violen de esa manera sus obligaciones contractuales.
Expertos financieros califican la caída de los precios del petróleo como una consecuencia de la contracción de la demanda.
«El mercado petrolero se convierte en un baño de sangre, mientras que la demanda ha recibido un golpe con los datos de comercio de China y EE.UU., que mostraron debilitamiento considerable de la demanda global», opinó Edward Moya, analista de la empresa de divisas Oanda. Los suministros de crudo ruso, agregó, ya no pueden contener esa tendencia.
El descenso de los precios a futuro refleja la caída económica y la inflación en EE.UU., cuyas autoridades monetarias tratan de combatir esa realidad. La vicepresidenta de la Reserva Federal, Lael Brainard, anunció que el banco central estadounidense luchará contra la inflación y seguirá aumentando la principal tasa de interés.