Internacionales

¿Saqueos o estrategia? Ola de robos en comercios y rumores enrarecen clima electoral en Argentina

Las redes sociales y los medios de comunicación de Argentina se colmaron durante los últimos días de supuestos saqueos masivos en supermercados en diferentes partes del país, lo que generó un clima de incertidumbre social en medio de las campañas presidenciales.

La creciente tensión fue incentivada por los dirigentes políticos que comenzaron a intercambiar acusaciones, unos para asegurar que se trataba de actos organizados por parte de la oposición; y otros para denunciar la ineficacia de las autoridades o, incluso, proponer que se declare el estado de sitio.

El debate tiene una explicación histórica, ya que en el país suramericano la palabra «saqueos» remite de inmediato el grave conflicto político, económico y social que estalló en diciembre de 2001 y que culminó con la renuncia anticipada del expresidente Fernando de la Rúa, quien dejó un saldo de 28 muertos en las protestas en su contra.

En ese momento, los saqueos eran cotidianos y los realizaban cientos de personas que se metían a los supermercados para llevarse principalmente comida, mientras atravesaban una de las peores crisis económicas de su historia.

Aunque actualmente Argentina atraviesa otra crisis, a diferencia de 2001 hay una fuerte contención social basada en programas de ayuda, además de que las tasas de desempleo y pobreza son mucho menores que en esa época.

Sin embargo, durante las campañas, la oposición ha comparado de manera insistente el estado actual con el 2001 para generar un escenario de «crisis terminal» del Gobierno que encabezan el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández de Kirchner.

Qué pasó

El fin de semana, el discurso se azuzó tras los ataques a comercios y supermercados en las provincias de Mendoza, Córdoba y Neuquén, que se asemejaron más a «robos piraña», ya que en su mayoría fueron llevados a cabo por grupos de personas que llegaron en moto y encapuchados, y no por la ciudadanía en general, por lo que se asemejan más a hurtos que a saqueos producto de la crisis.

En los tres casos hubo más de 40 personas detenidas y acusadas de «hechos vandálicos». Las autoridades confirmaron que los intentos de robo se habían coordinado a través de mensajes de texto.

Mientras las imágenes de los ataques en estas provincias se viralizaban y se repetían a toda hora en la prensa tradicional, en la Ciudad de Buenos Aires y en la zona metropolitana (en particular en lo que se conoce como «conurbano») se dispersó un clima de mucho nerviosismo que las autoridades adjudicaron a un «efecto contagio» de las redes sociales.

Por ejemplo, en Once y Avellaneda, dos de los barrios comerciales más importantes de la capital, hubo corridas de vendedores ambulantes que fueron a guardar sus productos. En los locales, en tanto, cerraron las persianas de manera intermitente. «¡Vienen los saqueos!«, fue la alarmista frase que recorría las calles.

Sin embargo, nada de ello ocurrió. El Centro de Monitoreo Urbano reportó que recibieron un alud de llamadas por posibles ilícitos, pero al llegar no encontraron ninguna anormalidad, más allá del susto de los comerciantes.

Por el contrario, en varias localidades del conurbano sí hubo robos a diferentes supermercados. El saldo fue de más de 50 detenidos y un comercio incendiado.

Culpas

La vocera presidencial Gabriela Cerruti aseguró que los supuestos saqueos no eran espontáneos, como los del 2001, sino de una estrategia organizada por simpatizantes de La Libertad Avanza, el partido del candidato de la ultraderecha a la presidencia, Javier Milei.

Fuente RT

Related Posts