Entrados hace dos décadas en el siglo XXI, difícilmente alguien podría imaginar que ocurriera una situación tan extraña y extemporánea como ver a un policía dando una orden a un automóvil, con el mismo tono que podría hacerlo con un delincuente que acaba de ser atrapado, o hasta con una mascota a la que se está adiestrando. […]Continue Reading