La visita del presidente estadounidense Joe Biden a Arabia Saudita, durante su gira por el Oriente Medio la semana pasada, fue «peor que una vergüenza», considera la exeditora del diario The Wall Street Journal, Karen Elliot House en un artículo de opinión para el medio publicado este lunes.
La autora recordó que la visita estuvo «dominada» por las fotos en las que Biden hace un choque de puños con el príncipe heredero y líder de facto, Mohamed bin Salmán, al que también se le hace referencia por sus iniciales, MBS.
En este sentido, subrayó «la forma ridícula» con la que la Casa Blanca manejó el viaje. «El empleado de la Casa Blanca, que pensó que un banal choque de puños de amigo a amigo era preferible al habitual apretón de manos formal, debería ser despedido», señaló.
Este gesto de Biden no tuvo nada que ver con las medidas anticovid, teniendo en cuenta que estrechó manos con otros funcionarios saudíes y anteriormente con israelíes y palestinos. «Si pensó que renunciar a un apretón de manos apaciguaría a los críticos antisaudíes de su propio partido, se equivocó», recalcó la autora.
Entre otras controversias, House destacó el hecho de que Biden aseguraba haber dicho a bin Salmán que creía que él era responsable del asesinato del periodista de The Washington Post Jamal Khashoggi en 2018. La experta recordó las palabras del ministro de Estado para Relaciones Exteriores saudí, Adel al Jubeir, quien «no escuchó» al mandatario estadounidense culpar a MBS por el asesinato.
En este sentido, House subrayó que incluso el diario The New York Times cuestionó la exactitud del relato de Biden, al notar que «tiene un historial de descripción de eventos que otros participantes en la reunión no recuerdan».
«Sin cualquier progreso»
La exeditora recalcó que precisamente la falta de frutos tras el fin de la visita explica por qué los medios se focalizaron en «el espectáculo del señor Biden, retorciéndose incómodo en la cama que había hecho con su anterior alarde de castigar» al líder de facto saudí.
Hablando más de los resultados, House anotó que Biden terminó su visita al reino «sin cualquier progreso» no solo en el tema del petróleo, sino sobre la paz en Yemen, la contención de Irán y «todo lo demás«.
En esta línea, apuntó a que con su viaje el inquilino de la Casa Blanca «estaba dañando los intereses de seguridad de EE.UU. en el Oriente Medio», al tiempo que evidenció «ante el mundo que ni Arabia Saudí ni otros Estados del Golfo confían en EE.UU. lo suficiente como para hacer sacrificios para renovar unas relaciones muy deterioradas».