El equipo del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, será menos ideológico y más orientado a los beneficios, opina Fiódor Lukiánov, redactor jefe de la revista Russia in Global Affairs y presidente del Consejo de Rusia para Política Exterior y de Defensa.
Según el experto, la administración entrante del mandatario electo está mejor preparada para asumir el poder que en 2016, cuando muchos no creían que ganaría. Lukiánov señala que los nombramientos que se están produciendo ahora para el equipo del republicano reflejan «la coalición ideológica y política» que se ha formado en torno al futuro jefe del Estado norteamericano.
Nuevo gobierno de EE.UU.: prioridad de lo material sobre lo ideológico
El analista considera que los factores materiales prevalecerán sobre los ideológicos en la futura administración. «El beneficio es un imperativo absoluto para el futuro presidente, y no contradice los ideales conservadores. Estados Unidos es un país que surgió en torno al espíritu empresarial. De ahí se deriva el rechazo a la idea de regulación y una desconfianza general hacia los amplios poderes de la burocracia», señala Lukiánov.
Precisamente, ese rasgo acerca a Trump al empresario Elon Musk, que promete librar al Estado norteamericano de un gran número de funcionarios, cree el politólogo ruso.
Al mismo tiempo, el experto indica que una diferencia importante en el equipo que llega ahora con Trump es que está mucho menos ideologizado. En su opinión, el entorno republicano de Trump se opone a la imposición de todo «culto a las minorías», pero el derecho a cualquier estilo de vida, propiamente, no es cuestionado por los conservadores.
Además, añade, Trump y sus futuros ministros no creen, como el Gobierno de Joe Biden, que el núcleo de las relaciones internacionales sea la lucha de las democracias contra las autocracias.
El mundo según Donald Trump
Lukiánov estima que, contrariamente a lo que se piensa, Trump no es «un excéntrico imprevisible e incoherente». Sus opiniones no han cambiado a lo largo de los años y personifican un conjunto de puntos de vista clásicamente republicanos.
Según el politólogo, Trump no ve para EE.UU. el papel de un hegemón, sino el del país más poderoso, cuya fuerza necesita para realizar sus propios intereses.
«Trump no es un hombre de guerras. Amenazas, presiones, manifestaciones contundentes… sí. Una campaña armada a gran escala y un derramamiento de sangre masivo… ¿por qué?», argumenta el experto.
De ahí, según Lukiánov, las opiniones del republicano sobre China como un adversario económico, en una guerra que debería ser exclusivamente fría. Esto también se aplica a Rusia, aunque las situaciones son diferentes, lo que puede representar tanto retos como oportunidades, concluye el periodista.
Fuente RT