Un equipo de científicos ha desarrollado una nueva prueba bioquímica que podría ser capaz de predecir con precisión el riesgo de muerte dentro de un año mediante el análisis de células de mejilla fáciles de recolectar, según un nuevo estudio publicado la semana pasada en la revista Frontiers in Aging.
El fruto de la investigación llevada a cabo por científicos de Tally Health, una empresa de biotecnología con sede en Nueva York, es una nueva herramienta denominada CheekAge, que utiliza muestras de células de las mejillas recolectadas con un hisopo. De acuerdo con los investigadores, este ‘instrumento’ podría ser capaz de estimar el riesgo de muerte de una persona en el plazo de un año mediante el análisis de cambios en la metilación del ADN.
En lugar de analizar la edad real de una persona, analiza la edad de las células (o la edad biológica), ya que puede verse afectada por varios factores como particularidades genéticas, nivel de estrés, nutrición y estilo de vida, e incluso puede ser mayor o menor que la edad real de un individuo.
En muchos casos, «la edad biológica es mucho más reveladora [sobre la salud de una persona] que los años que ha vivido», dijo David Furman, profesor asociado del Instituto Buck para la Investigación sobre el Envejecimiento, quien no participó en el estudio.
Métodos aplicados
Para evaluar qué tan bien predecía el riesgo de muerte por cualquier causa, los científicos aplicaron su método a los datos de la medición longitudinal de la mortalidad de un grupo de 1.513 personas (712 hombres y 801 mujeres) nacidos en 1921 y 1936, cuyos datos de metilación del ADN fueron monitoreados en cuatro oleadas.
Además, los científicos pusieron a prueba CheekAge usando muestras de las mejillas de más de 8.000 adultos (de ambos sexos en proporciones casi iguales) de entre 18 y 93 años, y lograron vincular los patrones de metilación del ADN en las células de las mejillas con una puntuación general de salud, que tuvo en cuenta factores como los niveles de estrés, el nivel educativo y el índice de masa corporal.
En consecuencia, CheekAge demostró que podía relacionar a una persona con su estado de salud y su aparente grado de envejecimiento biológico. «No podemos predecir si alguien vive o muere en el plazo de un año, pero sí podemos observar un aumento o una disminución del riesgo de mortalidad por cualquier causa», dijo Maxim Shokhirev, uno de los autores del estudio. En este sentido, destacó también que se necesitan más investigaciones para determinar si la prueba podría predecir otros resultados de salud, como la probabilidad de sufrir enfermedades relacionadas con la edad.
Fuente RT