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Urgen al Gobierno de EE.UU. investigar si el príncipe Enrique mintió al solicitar su visa

Un juez federal dio una semana al Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) para decidir cómo responder a la solicitud de un grupo conservador sobre la liberación de los registros de inmigración del príncipe Enrique, argumentando que pudo haber mentido sobre el uso de drogas en el pasado en su solicitud de visa, informan medios locales.

La Fundación Heritage, un grupo de expertos en Washington, pidió a principios de mayo al Gobierno estadounidense a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA) que publique los documentos de solicitud de visa del duque de Sussex, después de que este admitiera en su libro autobiográfico ‘Spare’ haber usado en el pasado drogas de forma recreativa. El grupo argumenta que existe un “intenso interés público” en saber si recibió un trato especial durante el proceso de solicitud. 

Según la ley estadounidense, no se admite a los solicitantes de visas “que se determine que abusan de las drogas o son adictos”, pero el reconocimiento del uso de drogas en el pasado no impide necesariamente que las personas entren o permanezcan en el país.

Dos de las tres agencias dentro del DHS, incluidos el Servicio de Ciudadanía e Inmigración y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., rechazaron la solicitud, alegando que Enrique no ha dado su consentimiento para la publicación de los archivos.

No es una condena de moralidad

John Bardo, un abogado del Departamento de Justicia que representa al DHS, explicó que la agencia no puede divulgar los documentos porque el estado de la visa de alguien es confidencial.

Por su parte, el abogado de Heritage, Sammuel Dewey, aseguró que la solicitud presentada no es una condena de la moralidad del duque de Sussex, sino una crítica a la conducta de la agencia y al cumplimiento de la ley. “Este es un caso que concierne al príncipe Enrique, pero en lo que se enfoca es en la conducta del DHS”, sostuvo. “Solo nos enfocamos en el tema específico que atrajo toda la atención de la prensa: el uso de drogas”, agregó.

Además, resaltó que el Enrique había renunciado a su derecho a la privacidad después de su serie de entrevistas muy publicitadas. “Él ha hablado, ha escrito sobre eso extensamente. Ha rechazado cualquier interés de privacidad que tenga en su consumo de drogas. Se ha jactado de ello y lo vendió”, dijo.

Por separado el martes, Enrique declaró ante el Tribunal Superior en Londres en el caso contra la editorial del tabloide británico Daily Mirror, Mirror Group Newspapers (MGN), a la que acusa de piratería telefónica y otros métodos ilícitos de obtener información. Fue la primera vez en 130 años que un miembro de la realeza británica testifica ante un tribunal.

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