El Gobierno de Venezuela, a través de su Ministerio para la Salud, donó cerca de 600 viales de antitoxina diftérica para colaborar en el control de los brotes de difteria que azotan a Perú y Haití, como parte de la cooperación promovida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, resaltó que su país actúa con humanidad en su trato con los demás pueblos del mundo. «La solidaridad no entiende de diferencias políticas. Es un principio Bolivariano que nos constituye, nos orienta y nos caracteriza», expresó.
La donación se hizo en dos lotes. El primero partió a finales de septiembre, cuando Haití recibió inmunológicos para tratar entre 30 y 35 casos graves de difteria. La operación se repitió esta semana para atender un brote ocurrido en la capital de Perú, Lima.
«La solidaridad internacional demostrada en estas dos oportunidades por Venezuela hacia Perú y Haití son la manifestación de la importancia que las autoridades de este país dan al bien colectivo de la salud regional, y de que los intereses de salud están por encima de cualquier otro criterio«, manifestó Paolo Balladelli, representante de la OPS/OMS en Caracas.
Para lograr ambos viajes, se requirió superar las medidas restrictivas impuestas por el coronavirus. «Uno de los elementos más problemáticos de la logística fue asegurar la cadena de frío necesaria para mantener la calidad de los sueros transportados», declaró la OPS, que involucró en esta operación a sus oficinas en Caracas, Lima, Puerto Príncipe y la Ciudad de Panamá.
La Organización coordinó una sesión de intercambio de experiencias entre los profesionales de la salud venezolanos que han atendido casos de difteria, y sus homólogos en Perú, que el pasado 28 de octubre diagnosticaron su primer caso en 20 años.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), todos los niños tienen que recibir una ronda básica de tres dosis de la vacuna contra esa enfermedad durante su primer año de vida, para sentar así las bases de una inmunidad vitalicia.