De acuerdo a los datos ofrecidos por la Universidad Johns Hopkins, hasta este martes 26 de enero se registran 100.032.461 contagios por SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia.
Entre tanto, el número de muertos a nivel mundial que deja hasta hoy la enfermedad es de 2.149.385. EE.UU. sigue siendo el país más afectado, con 423.010 decesos y 25.335.606 casos. La India se sitúa detrás de EE.UU. en número de infectados por covid-19. La nación asiática confirma un total de 10.676.838 casos acumulados de la enfermedad y las muertes ascienden a 153.587.
Si bien el recuento se basa en cifras proporcionadas por agencias gubernamentales de todo el mundo, se cree que el costo real en vidas es significativamente mayor. Irregularidades en la toma de pruebas para la detección del virus y errores en el manejo de la pandemia, especialmente al comienzo del brote, podrían ser las causas.
Este martes, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han señalado que el coronavirus podría convertirse en una enfermedad endémica, es decir, un padecimiento que por largo tiempo afecte constantemente a las poblaciones humanas. Entre los factores que dificultan su erradicación, se encuentran la falta de acceso a la vacuna y la presencia del virus en casi todos los países del mundo, explicó Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de este organismo.
Aunque Ryan advirtió que la disponibilidad de la vacuna contra el SARS-CoV-2 en un futuro cercano «no será suficiente para detener la transmisión» —por lo que se estima que el virus continúe extendiéndose—, destaca que gracias a la efectividad de las fármacos desarrollados hasta el momento es posible reducir la tasa de mortalidad, así como el impacto que la enfermedad puede causar en la sociedad.
«Aplastar la transmisión»
Por otro lado, el optimismo que acompañó al arranque de las vacunaciones contra el covid-19 se ha visto empañado en las últimas semanas por noticias preocupantes relativas a la aparición de nuevas variantes del coronavirus en Reino Unido y en otros países. Al respecto, Anthony Fauci, el principal epidemiólogo de EE.UU., advirtió hace unos días sobre el carácter «nefasto» de los dos nuevos subtipos mutantes detectados en Sudáfrica y Brasil, subrayado que no quiere que «la gente entre en pánico», pero que es necesario que la población tome estas nuevas cepas de covid-19 «muy en serio».
La OMS es consciente de la necesidad de frenar drásticamente la transmisión global del covid-19 para garantizar que el virus no mute más, lo que podría socavar los esfuerzos de la vacunación. Katherine O’Brien, directora de Inmunizaciones de la organización, enfatizó la semana pasada en la «importancia de realmente aplastar la transmisión», para lo cual se han emprendido y se están publicando varios pequeños estudios para determinar si las vacunas actuales son menos efectivas contra las variantes del virus.
Al mismo tiempo, países de Europa y de otras partes del mundo han endurecido sus medidas preventivas en un intento de contener las tasas de infección, empeoradas por los nuevos subtipos de la enfermedad.